De Ser Objeto a Ser Humano

julio 23, 2018

Escrito por: Emmanuel Rosado

/// ¿Cuándo fue que comenzamos a ver al ser humano como un objeto?
Vemos en la política cómo muchos políticos se recuerdan de las personas solo cuando están en campaña electoral. Como diría el rapero puertorriqueño Vico C en su canción «Me Desahogo»: «Nos usan pa’ ganar, después nos tiran cuando ganan. Y pa’ ganar las elecciones van al caserío. Abrazan a mi abuela, saludan a mi tío pero los pasados 4 años estaban escondidos».

Deshumanización
También vemos como las personas que están en las cárceles son olvidadas por la sociedad. Muchos que viven en los barrios marginados son excluidos de oportunidades. Las personas que viven con alguna discapacidad son menospreciadas. Muchos ancianos son llevados a asilos ya que para algunas familias dizque representan una carga. Los que padecen del VIH SIDA son estigmatizados por su enfermedad.

Muchos inmigrantes son discriminados por su nacionalidad, raza o ideología. Apartamos a las personas, las alejamos. Estamos viviendo hoy en día un proceso de deshumanización tan grande que hasta a veces se nos olvida el real significado de lo que es «Ser Humano».

Humanización
Dentro de todo este proceso, hay una luz en el camino. ¡Todavía estamos a tiempo de humanizarnos!. Según la R.A.L la definición de humanizar es: «hacer humano, familiar y afable a alguien o algo. Ablandarse, desenojarse, hacerse benigno». Partiendo de esta definición, tenemos un llamado como personas de ablandarnos ante las situaciones de nuestro prójimo. Acercarnos y ser más empáticos. A desenojarnos ante las realidades difíciles que se nos presentan en la vida. A ser menos duros con nosotros mismos. Amarnos.

¿Quieres ser más humano? 
Muy simple:
• Conoce objetivamente las situaciones de la gente.
• Comprende, apiádate y conmuévete con las luchas de los demás.
• Al conocer entonces comprendes y cuando comprendes, amas… te humanizas.

Historia Que Humaniza
Hablando de conocer más, hace 3 años, estando sentado fuera de la catedral de San Pedro de Macorís, se me acercaron 4 niños en situación de alto riesgo y pobreza cuyos nombres eran por «DIOScidencia»: Ángel, Miguel Ángel (1), Miguel Ángel (2) y Maicol. Les apodé «Los Angelitos». Solo bastó conversar con ellos para conocer sus realidades. Sus situaciones. Sus historias de vida. ¡Escuchar para humanizarme (amar) más!.

El padre de Ángel lo asesinaron justo delante de él. El padrastro de Miguel Ángel (1) le quitaron la vida delante de todos sus hermanitos, él y su madre. En los ojos de estos niños vi una gran necesidad. Vi el rostro de Jesús pidiendo ser acompañado. A pesar de sus realidades, estos niños tenían la capacidad de sonreír. Asisten a la escuela. Quieren ser doctor, abogado, policía y pelotero. ¡Tienen sueños por cumplir!.

Todos tenemos una historia que contar la cual marca lo que somos hoy.
¿Estamos tomando en cuenta las historias de vida de los demás? Sigo preguntándome: ¿cuándo la vida humana comenzó a perder su valor?. Estos dos padres perdieron la vida, víctima de la violencia. Es lamentable ver como se arrebata la vida de personas, como si no tuviese valor alguno. Podemos citar otros casos tales como la guerra en Siria. Entre 320,000 y 450,000 personas han muerto y cinco millones han huido del país. Más de 113 personas han muerto en las protestas en contra del gobierno en Venezuela solo por exigir sus derechos como ciudadanos. ¿Qué necesitamos para poder contrarrestar todo esto?

Un Dios Humano
Jesús tuvo que «Ser Humano» para hacerse más cercano. Para cambiar nuestra forma de ver a Dios. Para ponernos en el centro de su prioridad. Jesús tuvo que amar y sufrir, sufrir para amar. Dios ama la vida humana y espera grandes cosas de cada uno.

Aprendamos de Él: Defendamos a las personas por encima de cualquier situación. Comencemos a ver a Jesús humano reflejado en el que sufre, en el excluido, en el rechazado. También en el enemigo y en el que nos hizo daño. ¡En nosotros mismos! En los que amamos, en nuestra familia, en nuestro alrededor. Cuando empecemos a ver a Jesús en todo nuestro entorno, es cuando transcenderemos. Dejaremos de ver a las personas como objetos. Valoraremos más la vida y construiremos un mundo más humano.

Fuente: REVISTA IÓN CORRIENTE ALTERNA| EDICIÓN 27

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