HORA TERCIA

marzo 31, 2025

INVOCACIÓN INICIAL

 

V. Dios mío, ven en mi auxilio

R. Señor, date prisa en socorrerme. 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, 

por los siglos de los siglos. Amén.

 

Himno: AMIGO DE LOS HOMBRES, JESUCRISTO

 

Amigo de los hombres, Jesucristo,

tú solo das sentido a nuestra historia,

y, con los ojos fijos al futuro,

la Iglesia vive fiel a tu memoria.

 

Este tiempo de ayuno te presenta

de nosotros la parte más oscura,

y tus manos clavadas al madero

nos devuelven tu paz y tu ternura.

 

A lo largo del día no nos dejes,

no nos falte la luz de tu mirada:

llena de amor los pasos que caminan

de este mundo a la luz de tu alborada. Amén.

 

SALMODIA

 

Ant 1. Han llegado los días de penitencia; expiemos nuestros pecados y salvaremos nuestras almas.

 

Salmo 118, 129-136 – MEDITACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS EN SU LEY

 

Tus preceptos son admirables,

por eso los guarda mi alma;

la explicación de tus palabras ilumina,

da inteligencia a los ignorantes;

abro la boca y respiro,

ansiando tus mandamientos.

 

Vuélvete a mí y ten misericordia,

como es tu norma con los que aman tu nombre;

asegura mis pasos con tu promesa,

que ninguna maldad me domine;

líbrame de la opresión de los hombres,

y guardaré tus decretos.

 

Haz brillar tu rostro sobre tu siervo,

enséñame tus leyes;

arroyos de lágrimas bajan de mis ojos

por los que no cumplen tu voluntad.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Salmo 81 – INVECTIVAS CONTRA LOS JUECES INICUOS

 

Dios se levanta en la asamblea divina,

rodeado de ángeles juzga:

«¿Hasta cuándo daréis sentencia injusta,

poniéndoos de parte del culpable?

 

Proteged al desvalido y al huérfano,

haced justicia al humilde y al necesitado,

defended al pobre y al indigente,

sacándolos de las manos del culpable.»

 

Ellos, ignorantes e insensatos, caminan a oscuras,

mientras vacilan los cimientos del orbe.

 

Yo declaro: «Aunque seáis dioses,

e hijos del Altísimo todos,

moriréis como cualquier hombre,

caeréis, príncipes, como uno de tantos.»

 

Levántate, ¡oh Dios!, y juzga la tierra,

porque tú eres el dueño de todos los pueblos.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Salmo 119 – DESEO DE LA PAZ

 

En mi aflicción llamé al Señor,

y él me respondió.

Líbrame, Señor, de los labios mentirosos,

de la lengua traidora.

 

¿Qué te va a dar o a mandar Dios,

lengua traidora?

Flechas de arquero, afiladas

con ascuas de retama.

 

¡Ay de mí, desterrado en Masac,

acampado en Cadar!

Demasiado llevo viviendo

con los que odian la paz;

cuando yo digo: «Paz»,

ellos dicen: «Guerra».

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Ant. Han llegado los días de penitencia; expiemos nuestros pecados y salvaremos nuestras almas.

 

LECTURA BREVE   Sb 11, 24-25a

Señor, tú te compadeces de todos porque todo lo puedes y disimulas los pecados de los hombres para que se arrepientan. Amas a todos los seres y nada de lo que hiciste aborreces.

 

V. Señor, crea en mí un corazón puro. 

R. Renuévame por dentro con espíritu firme. 

 

ORACIÓN

 OREMOS,

Dios nuestro, que renuevas el mundo por medio de sacramentos divinos, haz que tu Iglesia progrese por la celebración de estos sacramentos de vida eterna y no permitas que le falten nunca los auxilios necesarios para su vida terrena. Por Cristo nuestro Señor.

Amén.

 

CONCLUSIÓN

V. Bendigamos al Señor.

R. Demos gracias a Dios. 

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