HORA TERCIA

abril 25, 2025

INVOCACIÓN INICIAL

 

V. Dios mío, ven en mi auxilio

R. Señor, date prisa en socorrerme. 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, 

por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

 

Himno: AL SEÑOR CONFESAMOS, ¡ALELUYA!

 

Al Señor confesamos, ¡aleluya!

En la hora de tercia a la mañana

se llenaron los suyos de esperanza,

y lejos de la noche y de la duda

salieron con la llama y la palabra.

 

Al Señor adoramos, ¡aleluya!

Han marcado sus pies nuestros caminos,

marcó su nombre el nombre de los siglos,

y en la tierra su voz cual voz ninguna

convoca seguidores y testigos.

 

Al Señor esperamos, ¡aleluya!

Y ahora celebramos al Viviente,

a Jesús victorioso de la muerte;

acéptanos, oh Cristo, cual liturgia

de gloria que ganaste y a ti vuelve. Amén.

 

SALMODIA

 

Ant 1. Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere. Aleluya.

 

Salmo 118, 25-32

 

Mi alma está pegada al polvo:

reanímame con tus palabras;

te expliqué mi camino, y me escuchaste:

enséñame tus leyes;

instrúyeme en el camino de tus decretos,

y meditaré tus maravillas.

 

Mi alma llora de tristeza,

consuélame con tus promesas;

apártame del camino falso,

y dame la gracia de tu voluntad;

escogí el camino verdadero,

deseé tus mandamientos.

 

Me apegué a tus preceptos,

Señor, no me defraudes;

correré por el camino de tus mandatos

cuando me ensanches el corazón.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Salmo 75 I- ACCIÓN DE GRACIAS POR LA VICTORIA

 

Dios se manifiesta en Judá,

su fama es grande en Israel;

su tabernáculo está en Jerusalén,

su morada en Sión:

allí quebró los relámpagos del arco,

el escudo, la espada y la guerra.

 

Tú eres deslumbrante, magnífico,

con montones de botín conquistados.

Los valientes duermen su sueño,

y a los guerreros no les responden sus brazos.

Con un bramido, ¡oh Dios de Jacob!,

inmovilizaste carros y caballos.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Salmo 75 – II

 

Tú eres terrible: ¿quién resiste frente a ti

al ímpetu de tu ira?

Desde el cielo proclamas la sentencia:

la tierra teme sobrecogida,

cuando Dios se pone en pie para juzgar,

para salvar a los humildes de la tierra.

 

La cólera humana tendrá que alabarte,

los que sobrevivan al castigo te rodearán.

Haced votos al Señor y cumplidlos,

y traigan los vasallos tributo al Temible:

él deja sin aliento a los príncipes,

y es temible para los reyes del orbe.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Ant. Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere. Aleluya.

 

LECTURA BREVE   Hch 2, 32. 36

 

Dios ha resucitado a Jesús; testigos somos todos nosotros. Así, pues, que todo el pueblo de Israel lo sepa con absoluta certeza: Dios ha constituido Señor y Mesías a este mismo Jesús, a quien vosotros habéis crucificado.

 

V. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.

R. Sea él nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.

 

ORACIÓN

 

OREMOS,

Dios todopoderoso y eterno, que por el misterio pascual restableciste tu alianza con los hombres, concédenos realizar en nuestra vida lo que en estas fiestas proclama nuestra fe. Por Cristo nuestro Señor.

Amén.

 

CONCLUSIÓN

 

V. Bendigamos al Señor.

R. Demos gracias a Dios.

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