HORA NONA

abril 24, 2025

INVOCACIÓN INICIAL

 

V. Dios mío, ven en mi auxilio

R. Señor, date prisa en socorrerme. 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, 

por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

 

Himno: SALVADOR DEL MUNDO

 

Salvador del mundo,

Señor de los ángeles:

por tu cruz gloriosa

la muerte venciste.

 

Oh Señor, consérvanos

los dones amables

que, con sufrimientos,

tú nos mereciste.

 

Y a quienes a precio

de dolor salvaste,

llévalos al cielo

para que te alaben.

 

Llévanos a todos,

Señor, suplicámoste,

pues que nos hiciste

reino de tu Padre. Amén.

 

SALMODIA

 

Ant 1. Si habéis sido resucitados con Cristo, buscad las cosas de arriba. Aleluya.

 

Salmo 118, 17-24

 

Haz bien a tu siervo: viviré

y cumpliré tus palabras;

ábreme los ojos y contemplaré

las maravillas de tu voluntad;

soy un forastero en la tierra:

no me ocultes tus promesas.

 

Mi alma se consume, deseando

continuamente tus mandamientos;

reprendes a los soberbios,

infelices los que se apartan de tus mandatos;

aleja de mí las afrentas y el desprecio,

porque observo tus preceptos.

 

Aunque los nobles se sientan a murmurar de mí,

tu siervo medita tus leyes;

tus preceptos son mi delicia,

tus decretos son mis consejeros.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Salmo 29 – I. ACCIÓN DE GRACIAS POR LA CURACIÓN DE UN ENFERMO EN PELIGRO DE MUERTE.

 

Te ensalzaré, Señor, porque me has librado

y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.

 

Señor, Dios mío, a ti grité,

y tú me sanaste.

Señor, sacaste mi vida del abismo,

me hiciste revivir cuándo bajaba a la fosa.

 

Tañed para el Señor, fieles suyos,

dad gracias a su nombre santo;

su cólera dura un instante;

su bondad, de por vida;

al atardecer nos visita el llanto,

por la mañana, el júbilo.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Salmo 29 – II

 

Yo pensaba muy seguro:

«No vacilaré jamás.»

Tu bondad, Señor, me aseguraba

el honor y la fuerza;

pero escondiste tu rostro,

y quedé desconcertado.

 

A ti, Señor, llamé,

supliqué a mi Dios:

«¿Qué ganas con mi muerte,

con que yo baje a la fosa?

 

¿Te va a dar gracias el polvo,

o va a proclamar tu lealtad?

Escucha, Señor, y ten piedad de mí;

Señor, socórreme.»

 

Cambiaste mi luto en danzas,

me desataste el sayal y me has vestido de fiesta;

te cantará mi alma sin callarse.

Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Ant. Si habéis sido resucitados con Cristo, buscad las cosas de arriba. Aleluya.

 

LECTURA BREVE   Cf. Col 1, 12-14

 

Damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido, por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados.

 

V. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya.

R. Sea él nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.

 

ORACIÓN

 

OREMOS,

Oh Dios, que has reunido a pueblos diversos en la confesión de tu nombre, concede a los que han renacido en la fuente bautismal una misma fe en su espíritu y una misma caridad en sus vidas. Por Cristo nuestro Señor.

Amén.

 

CONCLUSIÓN

 

V. Bendigamos al Señor.

R. Demos gracias a Dios.

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