HORA TERCIA

abril 3, 2025

INVOCACIÓN INICIAL

V. Dios mío, ven en mi auxilio

R. Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

 

Himno: AMIGO DE LOS HOMBRES, JESUCRISTO

 

Amigo de los hombres, Jesucristo,

tú solo das sentido a nuestra historia,

y, con los ojos fijos al futuro,

la Iglesia vive fiel a tu memoria.

 

Este tiempo de ayuno te presenta

de nosotros la parte más oscura,

y tus manos clavadas al madero

nos devuelven tu paz y tu ternura.

 

A lo largo del día no nos dejes,

no nos falte la luz de tu mirada:

llena de amor los pasos que caminan

de este mundo a la luz de tu alborada. Amén.

 

SALMODIA

 

Ant 1. Han llegado los días de penitencia; expiemos nuestros pecados y salvaremos nuestras almas.

 

Salmo 118, 153-160

 

Mira mi abatimiento y líbrame,

porque no olvido tu voluntad;

defiende mi causa y rescátame,

con tu promesa dame vida;

la justicia está lejos de los malvados

que no buscan tus leyes.

 

Grande es tu ternura, Señor,

con tus mandamientos dame vida;

muchos son los enemigos que me persiguen,

pero yo no me aparto de tus preceptos;

viendo a los renegados sentía indignación,

porque no guardan tus mandatos.

 

Mira cómo amo tus decretos,

Señor, por tu misericordia dame vida;

el compendio de tu palabra es la verdad,

y tus justos juicios son eternos.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Salmo 127 – PAZ DOMÉSTICA EN EL HOGAR DEL JUSTO

 

¡Dichoso el que teme al Señor

y sigue sus caminos!

 

Comerás del fruto de tu trabajo,

serás dichoso, te irá bien;

tu mujer, como una vid fecunda,

en medio de tu casa;

 

tus hijos, como renuevos de olivo,

alrededor de tu mesa:

ésta es la bendición del hombre

que teme al Señor.

 

Que el Señor te bendiga desde Sión,

que veas la prosperidad de Jerusalén

todos los días de tu vida;

que veas a los hijos de tus hijos.

¡Paz a Israel!

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Salmo 128 – ESPERANZA DE UN PUEBLO OPRIMIDO

 

¡Cuánta guerra me han hecho desde mi juventud

-que lo diga Israel-,

cuánta guerra me han hecho desde mi juventud,

pero no pudieron conmigo!

 

Sobre mis espaldas metieron el arado

y alargaron los surcos.

Pero el Señor, que es justo,

rompió las coyundas de los malvados.

 

Retrocedan, avergonzados,

los que odian a Sión;

sean como la hierba del tejado,

que se seca y nadie la siega;

 

que no llena la mano del segador

ni la brazada del que agavilla;

ni le dicen los que pasan:

«Que el Señor te bendiga.»

 

Os bendecimos en el nombre del Señor.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Ant. Han llegado los días de penitencia; expiemos nuestros pecados y salvaremos nuestras almas.

 

LECTURA BREVE   Is 55, 6-7

Buscad al Señor mientras se le puede encontrar, invocadlo mientras está cerca; que el malvado abandone su camino y el criminal sus planes; que regrese al Señor y él tendrá piedad, a nuestro Dios, que es rico en perdón.

 

V. Señor, crea en mí un corazón puro.

R. Renuévame por dentro con espíritu firme.

 

ORACIÓN

OREMOS,

Padre lleno de amor, concédenos que, purificados por la penitencia y santificados por la práctica de buenas obras, sepamos mantenernos siempre fieles a tus mandamientos y lleguemos libres de culpa a las fiestas de la Pascua. Por Cristo nuestro Señor.

Amén.

 

CONCLUSIÓN

V. Bendigamos al Señor.

R. Demos gracias a Dios.

COMENTARIOS

¡Deja un comentario!

OTROS ARTICULOS